COLDPLAY – Una fiesta muy especial.

 

Coldplay. Música de las Esferas.

Ir a un concierto de Coldplay es como ir a una fiesta. Pero no a cualquier fiesta. De hecho, probablemente sea la fiesta de fiestas.

Cuando vas a una fiesta, sea en plan de anfitrión o de invitado, siempre hay protocolos a seguir. Sean reglas escritas o no, lo que ocurre al principio, durante y final es conocido de antemano, salvo las sorpresas desagradables que a veces nos llevamos, y en menor instancia las sorpresas agradables que a veces ocurren.

Pero hay algo que todas estas fiestan tienen en común: rara vez eres la persona más importante.

Vas a una boda, fiesta de cumpleaños, de la escuela, trabajo o fiesta multitudinaria, y nunca eres la persona más importante. En tu misma fiesta de cumpleaños o matrimonial, terminas esforzándote en los detalles para que tu familia y amigos estén bien, contentos y felices. Y ellos mismos te observan divertidos y esperan de igual modo que tu estés bien, contento / contenta y feliz.

Cuando vas a un concierto de Coldplay, justo en el instante en que se escucha el primer acorde, comprendes de golpe que ese concierto es una fiesta, llena de música sublime y luces multicolores, y que tiene un invitado / invitada especial, y que de hecho es la única persona que importa en esa fiesta: tú.

Y a los pocos minutos, cuando sales de tu asombro y aun con el espíritu recuperándose, volteas a tu alrededor y comprendes con gran sorpresa, que los de enfrente y los de atrás, las que están a tu lado, y todos los que alcanzas a ver y escuchar, sienten exactamente lo mismo que tú. Se sienten especiales, únicos, y por supuesto, se sienten las personas más importantes de esa fiesta.


"Ir a un concierto de Coldplay es como ir a una fiesta. Pero no a cualquier fiesta. De hecho, probablemente sea la fiesta de fiestas".


Y esa sensación se contagia en todo el recinto. Y eso es lo que provoca un concierto de Coldplay…o al menos eso fue lo que yo experimenté la primera y única vez que fui a un concierto de ellos, en un cine.

Posteriormente, cuando logras más o menos recuperar el aliento, te das cuenta de que la fiesta continúa y que de hecho, no pueden seguir sin ti, no quieren seguir sin ti. Chris te observa y te dice “I see you!”. Y no lo piensas dos veces, y te subes nuevamente al carrusel de éxtasis provocado por una combinación de música de las esferas, canto sublime y el extraordinario carisma que irradia Chris Martin en el escenario.

Y por un momento te liberas de todo, te encuentras contigo mismo y cantas, gritas y lloras al ritmo de las canciones de esta banda legendaria. Y sabes que todo estará bien, sea lo que sea, todo estará bien. Porque en esa fiesta, la persona más importante eres tú.


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