Pedagogía del siglo 21 – Liderazgo.

 

Liderazgo en acción

¿Qué es el Liderazgo? Teorías van y vienen, algunas bastante innovadoras, otras ya en desuso. Y con la subida al podio de nuevas figuras públicas, el concepto ha sido tergiversado a tal punto que se confunde con popularidad, carisma, y número de seguidores en redes sociales. Hoy día existen los llamados influencers, que como la misma palabra lo indica, son puntos de referencia para los jóvenes y los no tan jóvenes, sin tener en cuenta aspectos sólidos y profundos como los que vamos a esbozar.

Comencemos definiendo liderazgo como la capacidad que tienen las personas de influir en los pensamientos, actitudes y conductas de otras personas. Un líder es aquella persona capaz de salir de lo convencional y retar el estatus quo. Es alguien dispuesto (a) a realizar sacrificios personales para beneficio del grupo al que pertenece. Es la persona que señala una ruta y avanza primero que todos, y los demás le siguen.

En el ámbito educativo, el liderazgo se despliega a través de una serie de convicciones profundas sobre el deber ser de la práctica pedagógica; y estas se llevan a cabo mediante acciones concretas, de manera resoluta y sin titubeos. El liderazgo debe estar presente en todos los niveles del sector educativo; no es asignatura exclusiva de los altos directivos y de los políticos.

Todas y cada una de las personas que laboran en una escuela, deben ser conscientes de la trascendencia de su labor y hacer de ella el proyecto de su vida. Con la convicción de que siempre se puede mejorar, de que todos aprendemos de todos, y de que se tiene sobre los hombros el futuro de la sociedad, maestros y directivos hacen del proceso educativo su razón de ser en cuanto a personas libres. Lo moldean, lo adaptan, lo exponen a las inclemencias del contexto, y lo fortalecen integrando a padres, alumnos y demás servidores.

Un liderazgo educativo es aquel que mira lo que el resto del mundo hace, y busca implementar las mejores prácticas. El avance científico y en particular: el conocimiento de como aprende el ser humano y que elementos se activan, es también parte del quehacer pedagógico.

En materia de identidad nacional, el sistema educativo mexicano debe ir al pasado y reconstruir el imaginario colectivo, creando una narrativa más apegada a lo que en verdad somos: mexicanos con una base mestiza (hispana y autóctona) muy amplia y variada.

Con una historia marcada por la tragedia y los convencionalismos, el mexicano promedio no conoce la historia de su país, ni le interesa. Esto es grave. Porque la identidad nacional se crea, de una forma u otra, y hemos terminado por aceptar una versión oficial de lo que somos, la cual, refleja solo destellos de una realidad más compleja, profunda…y maravillosa. 

Somos mucho más que lo que el discurso oficial nos dice, y como docentes debemos reconstruirlo para las nuevas generaciones. Uno de los ocho principios de la Nueva Escuela Mexicana, proyectada por el gobierno actual, es el Fomento de la Identidad Mexicana y uno de los Recursos Cognitivos clave para la Educación Media Superior es precisamente la Conciencia Histórica.

Durante la primera mitad del siglo 20, dos grandes movimientos intentaron dar un golpe de timón en este sentido. Dos grandes intelectuales, dos grandes líderes.

El primero: José Vasconcelos. Uno de sus grandes proyectos educativos pretendía “llevar el latín a las masas”, pretendiendo con ello implementar el conocimiento de la cultura grecolatina en el pueblo. Intento noble, pero fallido. Descontextualizado de la realidad rural del país, llevaba el sello de una cosmovisión criolla cosmopolita que el pueblo ni siquiera alcanzaba a comprender en sus propuestas más básicas.

El segundo: Lázaro Cárdenas. Intentó llevar a cabo una reforma educativa en la que el elemento religioso no tuviera lugar: la educación socialista. Intento noble para muchos, pero igualmente fallido. El pueblo mexicano es religioso por esencia y por cultura. Es heredero de tres grandes tradiciones espirituales:

1. La Religión Prehispánica. De fuerte contenido chamánico y ritualista.

2. La Religión Católica. Procedente de una España conservadora, y vencedora del movimiento reformista alemán. Ritualista y ceremonial.

3. Y finalmente, y no por ello menos importante: la Religión Africana. De fuerte contenido mágico y sobrenatural.

La educación socialista estaba condenada al fracaso, y fracasó antes de iniciar.

A lo largo del siglo 20 e inicios del 21, los proyectos de renovación educativa han estado siempre al servicio de una agenda política. Y a pesar de esto, el sistema educativo fue siempre rescatado por los únicos que están en pie de lucha en el día a día: los maestros y directivos de las escuelas.

Es ahí, en la escuela, donde debemos buscar, rescatar y estimular el liderazgo. En los maestros, directivos, asesores técnicos, y demás servidores. Porque son ellos los que marcarán la pauta del cambio. La realidad política y socioeconómica del país no va a cambiar pronto. Nuestra sociedad está polarizada por la lucha de poderes en las más altas esferas, y los liderazgos propositivos son y serán acallados por las fuerzas políticas de choque. El futuro de la educación en México a corto y mediano plazo está en las escuelas, está en manos de maestros, directivos y padres de familia. El liderazgo que puedan desplegar en la planeación y realización de las actividades diarias es y continuará siendo, pieza clave en la construcción de un México educado, preparado y dispuesto a construir su futuro.


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