Viernes Santo del 2023. Voces proclaman que Jesús no existió. ¿Qué dicen las evidencias?
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| Viernes Santo. Oremos y Reflexionemos. |
Cuando se hace historia, el
tiempo, paradójicamente, juega siempre en contra del historiador. Mientras más
lejano en el tiempo es el evento, más difícil se vuelve el oficio; conforme se
avanza “hacia atrás”, el número de elementos que sirven como base de estudio (evidencias
arqueológicas, geológicas, textuales) se vuelven paulatinamente más escasas, más
raras y difíciles de encontrar y validar. La labor de un historiador es crear y
recrear múltiples veces un evento y hacerlo desde distintos ángulos, profundizando
o matizando dónde es necesario, hasta que finalmente se obtiene un producto digno
de ser presentado a la comunidad académica, y posteriormente al público en
general. No sin antes admitir, que a pesar de los esfuerzos de neutralidad a
los que están obligados todos los historiadores, existe una influencia o sesgo
de facto que procede de la formación, cultura, personalidad e intereses propios
del historiador.
El evento de eventos en la
cultura mundial es sin duda alguna Jesús de Nazareth. Su vida, obra,
pensamiento y predicación dieron forma a la cultura occidental e influyeron notoriamente
en el resto del mundo no cristiano, al punto que el mismísimo tiempo se cuenta
con la supuesta fecha de su nacimiento. Una influencia mayor que esta, no
existe.
Y aún así, existen voces que afirman
categóricamente que Jesús es un mito, uno creado a lo largo de dos milenios y
que ha servido para intereses perversos de las personas que proclamaban su evangelio
y lo siguen haciendo hoy día. Estas mismas voces se levantan enarbolando otras
banderas, y reclaman pruebas evidentes de la existencia de Jesús, y lo hacen
con la firme convicción de que “los otros”, es decir el mundo cristiano, no
podrá presentar más pruebas que las que nos aporta el Nuevo Testamento. Y para
esto, los negacionistas tienen una respuesta: los evangelios, cartas y
cualquier libro teológico no sirven de evidencia para probar que Jesús en
verdad existió. Y no sirven porque son evidencias sesgadas. Es decir, no se
puede usar un texto para cimentar una fe y al mismo tiempo, evidenciar un
evento histórico (la existencia de Jesús).
Para una persona de fe, para un
creyente, el Nuevo Testamento es sobradamente la mayor evidencia de la
existencia histórica de Jesús. Es palabra viva, que trasciende el tiempo y el
espacio y llega hasta nuestros días con la misma fuerza que tuvo cuando fue
redactado. Algunos libros del Nuevo Testamento fueron escritos en fechas muy
cercanas (décadas después) a la muerte de Jesús. Algunos textos proceden de
narraciones orales de personas que vieron, escucharon y caminaron junto al
Maestro. Y todo esto, con evidencias históricas científicas.
Pero este artículo, no solo va
dirigido a las personas de fe. De hecho, está escrito pensando en aquellas y
aquellos que, siendo creyentes, escuchan o leen los discursos de los que niegan
la existencia de Jesús, y que tienen dudas.
Es por eso por lo que
analizaremos dos fuentes históricas NO CRISTIANAS que hablan de la existencia
de Jesús. Una fuente no cristiana es aquel documento escrito en época del
cristianismo primitivo (primeros dos siglos después de Cristo) por personas que
ni eran creyentes, ni planeaban serlo y analizaron los eventos “desde afuera”.
La existencia histórica de Jesús
de Nazaret es un hecho aceptado por la mayoría de los historiadores, tanto
cristianos como no cristianos. Analicemos la primera fuente no cristiana:
Flavio Josefo.
Fue un historiador que vivió
entre el año 37 y el 100 DC. Nació en Jerusalén, judío. Por línea paterna
pertenecía a la casta sacerdotal y por línea materna pertenecía a la antigua
casa real asmonea. Por el período en el que le tocó vivir, tuvo que luchar
contra los romanos como jefe de las fuerzas judías en Galilea hasta que fue
derrotado. Vivió prisionero un tiempo, posteriormente declinó a favor de los
romanos, fue liberado y tiempo después adquirió la nacionalidad romana. Fue
amigo de dos emperadores: Vespasiano y Tito. Y siendo ya romanizado, se dedicó
al oficio de escritor, particularmente historiador. Presenció la destrucción de
Jerusalén en el año 70 DC.
En su obra Antigüedades Judías,
escrita hacia el año 93, Flavio Josefo menciona a Jesús en dos ocasiones. La
primera es conocida como el Testimonium Flavianum, y dice lo
siguiente:
…"Por aquel tiempo
existió un hombre sabio, llamado Jesús, si es lícito llamarlo hombre, porque
realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con
placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y muchos gentiles. Era el Cristo.
Delatado por los principales de los judíos, Pilatos lo condenó a la
crucifixión. Aquellos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, porque
se les apareció al tercer día resucitado; los profetas habían anunciado éste y
mil otros hechos maravillosos acerca de él. Desde entonces hasta la actualidad
existe la agrupación de los cristianos."…
La segunda mención de Flavio Josefo
a Jesús es más breve y menos controvertida. Se refiere a Santiago, el hermano
de Jesús, y dice así:
…"Por haber muerto Festo y
encontrarse Albino todavía en camino, [Anás] instituyó un consejo de jueces
[sanedrín], y tras presentar ante él al hermano de Jesús el llamado Cristo, de
nombre Santiago, y a algunos otros, presentó contra ellos la falsa acusación de
que habían transgredido la Ley y, así los entregó a la plebe para que fueran
lapidados."…
Este pasaje confirma la
existencia de Jesús como una persona histórica y su relación con Santiago.
Tácito
Fue un historiador romano que
vivió entre el año 56 y el 120 d.C. En su obra titulada Anales,
escrita hacia el año 116, narra el incendio de Roma bajo el reinado de Nerón en
el año 64, y cómo este culpó a los cristianos del desastre. En efecto, hacia el
año 64 DC ya había seguidores de la nueva fe en Roma. Hombres y mujeres que
profesaban su fe hacia un hombre llamado Cristo, que había vivido y revelado la
verdad de Dios en Judea, y que había sido ajusticiado por Poncio Pilato.
Tácito narra el origen y
desarrollo geográfico del incendio, el cual duró más de 6 días y arrasó con
gran parte de Roma. Y en el libro quince (XV) capítulo 44 (XLIV) narra como el
emperador Nerón decide culpar a los cristianos:
…” Y así Nerón…dio por culpados y
comenzó a castigar con exquisitos géneros de tormentos, a unos hombres
aborrecidos del vulgo por sus excesos, llamados comúnmente cristianos. El autor
de este nombre fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido ajusticiado
por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea” …
¿Tuvieron algo que ver los cristianos
en el incendio de Roma? No lo sabemos. El vox populi de la época apuntaba
a que había sido provocado. Algunos culpaban al mismo emperador de quien se
creía que buscaba destruir Roma, y después reconstruirla con un nuevo nombre: Neropolis,
en honor a él mismo por supuesto. Otros, entre ellos Tácito, sugieren por sus
escritos, que los cristianos habían tenido parte en el asunto.
Sin embargo, el punto central de
esta historia radica en el hecho puntual de que disponemos de una referencia
directa a Jesús de Nazaret por parte de un escritor romano, de fe pagana, que
no tenía ningún tipo de compromiso con la nueva fe cristiana. Esta es una
excelente fuente no cristiana que demuestra la existencia histórica de Jesús.
Existen más evidencias históricas
no cristianas, las cuales invito al lector que las investigue. Por increíble que
parezca, están a alcance de cualquier persona en el Internet. Mencionaré dos
más para cerrar este artículo:
1. La
carta de Plinio el Joven al emperador Trajano (112 DC). Carta donde habla sobre
las costumbres de personas que se dicen seguidores de Cristo.
2. Suetonio.
Historiador romano (70-170 DC). En su libro titulado Sobre la Vida de los
Césares, hace una referencia clara a “un tal Chrestus” que era seguido
y adorado por comunidades de origen judío.
En conclusión, la existencia de
evidencias historias no cristianas son un aporte adicional a lo que se
atestigua en los Evangelios (canónicos y apócrifos) y las cartas contenidas en
el Nuevo Testamento.
Hoy viernes santo del 2023, oremos
y reflexionemos.

Es interesante leer a personas que aún que no creen en JESUCRISTO habla de la existencia de el como algunos arqueólogos han buscado y encontrado evidencia de la existencia de el maestro estos escritos son una buena a arma por decirlo así de algún modo contra los escépticos que niegan la existencia de JESÚS DE NAZARET
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