Amigos Imaginarios | La Película

 





¿Cómo eras cuando eras niño/niña?

¿Eras inquieto(a)? ¿Travieso(a)? ¿Corrías sin parar en las fiestas? ¿Tus padres no te podían dejar un rato a solas por tus ocurrencias?¿Preferías jugar aparte? ¿Tenías juguetes? ¿Hablabas con tus muñecas? ¿Eras amigable? ¿O eras de carácter introvertido(a)? ¿Peleabas en la escuela?

¿Sentías envidia de otros niños y niñas? ¿Eras miedoso(a)? ¿Te aterraba la oscuridad? ¿Te encantaba escuchar relatos e historias fascinantes de los mayores? ¿Sacabas de quicio a tus padres por tantas preguntas? ¿Te apremiaba la curiosidad por saber y entender las cosas? ¿Eras indiferente?

¿Hacías berrinche cuando no te compraban golosinas? ¿Llorabas mucho? ¿Reías mucho? ¿Te gustaba ir a la escuela o la detestabas? ¿Batallabas con las matemáticas? ¿Te sentías triste a veces? ¿Te gustaba decir mentiras?

Y la pregunta del millón de dólares: ¿Charlabas con amigos(as) imaginarios?

Cualquiera que sea tu respuesta a estas preguntas, te tengo una noticia:

¡ERAS UNA NIÑA PERFECTA!

¡ERAS UN NIÑO PERFECTO!

Tal cual.

La mejor etapa del ser humano es la niñez, y por mucho. Sin importar como hayas sido, ni lo que te hayan ofendido, ni las veces que te hayan hecho sentir inútil, o tonto(a), o que no eras querido(a), nada de eso cambia lo que en verdad eras:

¡ERAS UNA NIÑA PERFECTA!

¡ERAS UN NIÑO PERFECTO!

Muchos en nuestra niñez desarrollamos el hábito de charlar con un amigo imaginario. En las noches antes de dormir, durante las clases, cuando nos regañaba la maestra, cuando reíamos y cuando llorábamos. Nuestro amigo/amiga imaginario siempre estuvo ahí, como un alter ego que proyectaba nuestra esencia más pura y perfecta.

Jesús, el hijo de Dios, afirmó que para entrar al reino de Dios necesitaríamos ser como niños. Con el alma de niño.

¿Y qué pasó entonces?

¡Crecimos!

Y en el proceso aprendimos muchas cosas, pero olvidamos que éramos perfectos. De naturaleza perfecta. Hechos a imagen y semejanza del mismo Dios altísimo.

La película Amigos Imaginarios, dirigida por John Krasinski y protagonizada por Ryan Reynolds, Fiona Shaw y Cailey Fleming se encarga de recordarnos que sin importar lo que seamos hoy día en la adultez, seguimos siendo niños en nuestro corazón. 

En lo más profundo permanece intacto el inmenso poder de la imaginación, la creatividad y la capacidad para ver la vida como lo que verdaderamente es: un regalo.

¡Altamente recomendada!

No para ti, sino para el niño/niña que aun llevas dentro.

 👦👧😀😂😅😇😌😛💚💜💙


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