El circo Fosfo Fosfo | Crónica de una derrota anunciada.

 

¡Arráncate Compadre!



Justo cuando la animadora comenzó a gritar “¡Máynez! ¡Máynez! ¡Máynez!”, el templete principal comenzó a derrumbarse llevándose consigo la vida de 9 personas y decenas de heridos. Era el cierre de campaña de la candidata de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de San Pedro Garza García, en el estado de Nuevo León. El invitado de honor esa noche era el candidato Máynez.

Máynez y su jefe Dante Delgado, dueño del partido MC, fueron exhortados a declinar a favor de la candidata de la coalición Xóchitl Gálvez en un afán desesperado por reducir la brecha en las preferencias electorales. Personalidades de alto y bajo astral se sumaron a la petición: Luis Donaldo Colosio, Alito Moreno, Marko Cortés, Brozo, Carlos Alazraky, entre otros.

Nada ni nadie los hizo cambiar de opinión. Ellos luchaban por México. Su alcance de miras era sumamente elevada. Se sentían con una misión histórica para iniciar el verdadero cambio en la sociedad mexicana. Con unas caguamas, botanita con chetos, doritos y cacahuates enchilados, lanzaron su candidatura al amparo del gran Virrey de Nuevo León y su campaña fosfo fosfo.

Al ritmo de cumbia norteña, empoderado con sus tenis color naranja, el candidato le gritó a México: “He venido a salvarte de la vieja política, el cambio ya inició, ¡viva Yo!”.

Muy pronto comenzaron las sospechas de que todo era una farsa. Muy pronto comenzó la acusación que se confirmaría con el desempeño del candidato Máynez durante los debates presidenciales. Muy pronto se vio de que lado mascaba la iguana.

¡Máynez! ¡Candidato Palero! Le gritaron.

Conforme se acercaba la fecha de la elección, se fue haciendo evidente que había un pacto entre el candidato Máynez y el partido del oficialismo. Estos son asuntos muy difíciles de probar, pero solo había que ver el nivel de crítica lanzada hacia la candidata Xóchitl y las alabanzas dirigidas al presidente de la república.

Máynez, la cara nueva de la política mexicana.

Máynez, un nuevo concepto en política.

No le fue nada mal al candidato en las elecciones. Obtuvo 5.8 millones de sufragios, lo cual representa un 10.42% del total de votos. Nada mal para un palero.

Perdieron la ciudad de Monterrey y eso fue un golpe duro, especialmente para el Virrey. Su plan al parecer era sentar a la candidata fosfo fosfo Mariana en la presidencia municipal y dentro de seis años buscar nuevamente la grande. El pueblo le dijo que no gracias.

Pero lo que está viviendo la comunidad fosfo fosfo a nivel nacional en estos días post electorales no se lo esperaban ni en sus peores pesadillas. Ellos habían cumplido. Le quitaron casi 6 millones de votos a la coalición PRI-PAN-PRD.

Y ahora Morena les quiere arrebatar a la mala su estado bastión.

Les quieren quitar Jalisco.

El señor Dante Delgado está muy molesto. Ya salió a protestar en un videíto fosfo. El ex candidato Máynez también ha protestado airadamente en apoyo del cada vez más triste candidato Pablo Lemus (candidato parcialmente triunfador en las elecciones a gobernador).

¡Respeten el voto! ¡Respeten la voluntad del pueblo¡

¡Respeten lo declarado por la secretaria de gobernación carajo!

—Hago un llamado a la futura presidenta Claudia —declaró fosfo Máynez— a que respeten los votos en Jalisco.

Y yo me pregunto: ¿Y la doctora Claudia que tiene que ver en esto?

¿Será que Morena está violando un pacto?

Eso no lo sabemos.

Lo que si sabemos es leer y analizar números. Y los números de las votaciones en Jalisco indican lo siguiente:

Con un 86% de las actas capturadas, el PREP del INE muestra:

Pablo Lemus (Movimiento Ciudadano): 1,005,281 votos. 41.89% del total.

Claudia Delgadillo (Morena y aliados): 916,432 votos. 38.09% del total de votos.

El candidato fosfo fosfo supera a Morena por apenas un 4% de votos. Y quedaron pendientes de captura 1,491 actas, lo que representa un 13.6% de votos.

Eso es lo que está peleando Morena y está en todo su derecho. Las 1,491 actas pendientes pueden revertir (o incrementar) la ligera ventaja del candidato fosfo Pablo Lemus.

Movimiento Ciudadano no quiere más conteos. Movimiento Ciudadano quiere que se acepte el triunfo de su candidato.

Y lo exigen con una vehemencia que solo nos puede llevar a pensar en dos posibilidades:

O están muy pendejos, o están simplemente reclamando el cumplimiento de algo, de algo pactado en lo oscurito.

Sea lo que sea, si en verdad hubo algún pacto, Morena lo está desconociendo.

El conteo de votos distritales ha comenzado y por el bien de la democracia, que gane el que obtenga la mayoría de sufragios.

 

 






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