Reflexiones.

 



En su obra cumbre titulada Metafísica, el filósofo griego Aristóteles inicia su disertación con la siguiente frase:

< Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber >

Esta es una afirmación llena de optimismo y fe en la naturaleza humana la cual demuestra a cabalidad el concepto que Aristóteles tenía de la humanidad y de sí mismo. Sus escritos e ideas dieron forma al desarrollo del pensamiento científico de la antigüedad, e influyeron en la evolución de las culturas cristiana y musulmana durante la edad media.

El deseo de saber está arraigado en nuestro ADN biológico y cultural. Necesitamos saber de manera constante, conocer lo que viene en el futuro inmediato y lejano, saber lo que piensan otros, saber, saber, y más saber. Es una parte integral de nuestra evolución. El impulso está inherente en nuestros pensamientos y actos, y en ocasiones sin darnos cuenta.

En este artículo me propongo desarrollar mis ideas y opiniones sobre temas que son de vital importancia para mí y probablemente para la mayoría de mis lectores. Son temas dignos de ser reflexionados de manera profunda y pausada. Lo que pensamos de cada uno de ellos dice mucho de nosotros mismos; son como una carta de presentación desde lo más profundo de nuestro intelecto, de nuestras vivencias y convicciones, de nuestra realidad y la forma como entendemos el mundo.

Para facilitar su lectura los he dividido en diez artículos, explorando tres temas en cada uno de ellos. En total serán 30 temas los cuales enlisto a continuación:

Amor. Infancia. Familia. Amistad. Libertad. Justicia. Destino. Libre albedrío. Sexualidad. Educación. Muerte. Eutanasia. Conciencia. Trabajo. Política y Democracia. Derecha conservadora e Izquierda progresista. Posverdad, relato y narrativas. Historia. Filosofía. Literatura. Arte. Liderazgo. Administración y Negocios. Guerra. Conciencia. Inteligencia (humana y artificial). Cristianismo y Fe. Islam. Futuro. Vida.

Las opiniones expresadas son totalmente personales y no representan en ningún modo verdades absolutas para nadie, ni siquiera para mi mismo. Con el paso del tiempo las personas vamos afinando nuestras convicciones y lo que pensamos hoy puede variar en el futuro e incluso dar un giro radical. En algunos temas quedará evidenciada la fuerte influencia que la fe cristiana ejerce en mí, en particular los textos sagrados. En otros quedará evidenciada mi rebeldía ante los cánones del buen pensar y del buen vivir.

En cualquiera de los casos, estos textos son puertas de acceso a mi mundo interior. No solo a mis pensamientos e ideas, sino a mis creencias (racionales e irracionales), sentimientos, impulsos, anhelos, añoranzas, miedos, traumas, dudas e inseguridades.

Estas reflexiones son también una invitación a los lectores a que se unan con sus comentarios con total libertad de expresión. Ya sea que estén de acuerdo o no, todas las ideas contrarias son bienvenidas siempre y cuando se expresen con respeto, por muy radicales que estas sean.

También es una invitación a proponer otros temas de reflexión para enriquecer esta serie, y en última instancia es una invitación a todos los que me leen para que reflexionen, mediten sobre los temas que quieran, y si deciden compartirlo puedan usar el blog como un espacio para ello. La decisión es tuya y siempre tuya querido lector(a).

Dichas las advertencias pertinentes, pasemos al primer artículo con los primeros tres temas:

Amor. Infancia. Familia.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Una charla familiar

Mi Tía. El más grande regalo.

Las Científicas - Una historia familiar.