¡Derecha a la Vista!

 




Las elecciones recientes para elegir al nuevo Parlamento de la Comunidad Europea resultaron desastrosas para la izquierda dominante. Los partidos de derecha arrasaron en la mayoría de los países europeos y se vislumbra un cambio de timón en las políticas publicas que impactan lo social, económico y geopolítico.

En Francia estuvieron a nada de sacar al presidente Macron del poder, pero en la segunda vuelta su coalición se repuso y como resultado la izquierda gobernará un período más. Escucharon gritos en la azotea y se prendieron las señales de alarma. Aún con el triunfo, la alerta permanece.

El pueblo argentino por su parte decidió dar su voto masivo de confianza a un representante de la derecha extrema, llevando al poder al controversial Javier Milei. Cansados de los gobiernos de izquierda, los argentinos dijeron no más a las políticas económicas populistas que los llevaron a padecer niveles de pobreza y desigualdad nunca antes vistos. Y eso es muy digno de mencionarse y aplaudirse.

En los Estados Unidos, la izquierda se desmorona día con día ante el resurgimiento del ex presidente Donald Trump, quien a pesar de los juicios penales en su contra y la andanada de propaganda negativa que recibe todos los días, se perfila como el próximo presidente de la Unión Americana.

El partido demócrata ha lanzado su última carta en la vicepresidenta actual, Kamala Harris. Esperan que pueda contener el embate de Trump y remontar el daño propagandístico recibido en la figura del todavía presidente Joe Biden.

En México la historia es ya conocida por todos. El pueblo mexicano decidió dar su voto masivo a la izquierda y continuar con lo mismo que hemos recibido durante seis años. Bueno o malo, o como sea, queremos más de lo mismo. Endeudamiento, inseguridad, falta de medicamentos, despilfarro y corrupción, servicios médicos de quinta, educación por los suelos; eso y todo lo que le quiera agregar la oposición, el pueblo quiere continuidad. Y en una democracia, el pueblo manda. Le duela a quien le duela.

En Venezuela el dictador izquierdista y representante del mal, Nicolás Maduro, se prepara para llevar a cabo un ejercicio más de lo que el entiende por democracia: eliminar a sus rivales políticos de oposición y perpetuarse en el poder ad infinitum.

De Cuba y Nicaragua, ya mejor ni hablamos. Son la peor versión de América Latina, tiranos usurpadores y generadores de injusticias. Desde el poder, someten impunemente al pueblo a base de hambre y miedo, y lo dejan sin más opción que seguir votando por ellos.

Colombia, Brasil y Bolivia continúan en el sueño bolivariano, apelando a un sistema socialista completamente superado. Superado por la historia y por las evidencias de los datos, esos datos duros que tanto odian y tanto esconden.

La gran excepción es El Salvador y su presidente Nayib Bukele. Una muestra clara de que sí es posible gobernar con honor y grandeza de miras, con generosidad y mano dura donde es necesaria. De lo bueno poco, dice el refrán. Muy cierto para tristeza del mundo.

Con el golpe de timón en el parlamento europeo y la muy probable victoria de Donald Trump, la derecha se prepara para tomar las riendas de lo que una vez fueron sus fueros. La agenda es muy clara y se basa en un rechazo frontal a las ideologías de la izquierda actual tales como: el woke, progresismo, ideología de género, migración sin control, feminismo, aborto, transexualidad, apertura comercial, religiosa, ideológica y cultural con las minorías, entre otras.

Si la derecha extrema logra consolidarse en Europa y en Estados Unidos, es probable que veamos un cambio radical en el mundo tal como lo conocemos el día de hoy. Esto no significa buenas noticias en todos los ámbitos. Las economías se cerrarán y la globalización comercial dará paso a la regionalización. El conservadurismo se impondrá con todo lo bueno y lo malo que ello representa. 

Hay que rescatar que la derecha pugna por un regreso a los valores tradicionales fundamentados en el cristianismo. Con la derecha en el poder, por ejemplo, se volverá a penalizar el aborto en defensa de la vida. En Europa se buscará rescatar los valores cristianos ante el embate del islam, resultado de una inmigración descontrolada. Italia ya ha dado pasos firmes al respecto rechazando la entrada de más migrantes. Dinamarca ha dado también un paso importante al anunciar la repatriación de millones de musulmanes por no poder, o no querer, adaptarse a la cultura y al sistema social europeo.

La izquierda de antaño, la clásica, la que peleó por la defensa de los derechos humanos y sentó las bases de un mundo más justo para las clases obreras indefensas, esa ya no existe. La izquierda que enamoró a mi abuelo paterno y a todos los de su generación, esa ya no existe. La izquierda que tanto estudié y admiré en mi juventud, esa ya fue.

La nueva izquierda, la que predomina en el escenario mundial de la actualidad, es un caleidoscopio de aberraciones que dejan ver la perversidad y mala entraña de los que se encuentran detrás, moviendo los hilos del poder desde el anonimato.

Esta nueva izquierda progresista revela también los alcances de la estupidez humana y el grado de manipulación del que son víctimas millones, cientos y quizá miles de millones de seres humanos en el mundo.

La historia humana es como el vaivén de las olas del mar que desembocan en la playa. Van y vienen sin cesar. Si se logra flotar sobre ellas puede que no haya desgracias que lamentar, y con un poco de suerte, se llega de regreso a la orilla de la normalidad.

El mejor antídoto contra la estupidez y la manipulación ideológica es, por mucho, la educación; la buena educación. No hay garantías, eso es un invento de las empresas, pero con empeño se puede cultivar una visión del mundo más equilibrada.

El foro de Sao Paulo tiembla junto con toda su pandilla de políticos, economistas, periodistas y jilgueros propagandistas.

¡Aguas¡ ¡Ahí viene la Derecha!

 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cónclave – La Película | Breve reseña y análisis crítico.

Boda en la Montaña | Una historia familiar.

Un regalo hasta el cielo.