IntensaMente Parte 2 | La Película.

 



Recientemente se estrenó la segunda parte de la película Intensamente, la cual acaparó la atención mundial hace algunos años en buena medida gracias a la originalidad con la que explicaba el mundo interior infantil de la niña protagonista, Riley; desde su nacimiento hasta la pubertad.

La primera parte fue una película entrañable, con un guion impecable; con un balance adecuado de humor, creatividad y enseñanza. Era una película para niños y adultos y fue un gran éxito en taquilla. En lo personal la disfruté mucho y me ayudó a visualizar algunos conceptos que había aprendido mientras estudiaba un master en Psicología Familiar.

Creo que la mayoría de los que vimos la primera parte, salimos del cine con la ilusión de ver la parte 2 en cartelera ese mismo año. Nos urgía seguir aprendiendo mientras nos divertíamos con las historias de la niña Riley. Una chiquitina genial, divertida y ocurrente que me hacía recordar a mi sobrina Valeria, cuya infancia tuve la dicha de presenciar y de ser partícipe.

La niña Riley de la parte 1, ahora entra en una nueva etapa de su vida y nuevas emociones aparecen. Sus emociones de la infancia (alegría, tristeza, furia, temor y desagrado) son expulsadas temporalmente de su mente consciente y eso deja el espacio libre para nuevas emociones…y nuevos retos.

La primera en aparecer es la ansiedad, posteriormente se le unen la inseguridad, la frustración, el desdén, el desapego, entre otras más.

El caos se apodera de la mente adolescente de Riley y todo comienza a derrumbarse a su alrededor. Bueno, al menos así es como ella lo percibe.

De pronto, sin entender por qué, Riley se siente fea y fuera de lugar, ya no entiende que papel le toca desempeñar en el mundo. Se sorprende ella misma al descubrir que no soporta a sus padres. Le avergüenza saber que esas dos personas eran sus ídolos hasta hace poco tiempo. Ahora le parece absurdo cómo podía reírse de las ocurrencias ridículas de su papá. Le molesta su presencia.

Ahora busca afanosamente la aprobación de sus amigas. Todo gira en torno a ellas. Todo, absolutamente todo, depende de lo que sus nuevas amigas piensen y digan de ella. Las amigas de su niñez le parecen infantiles y aburridas, ya no se junta con ellas. De pronto, sin entender por qué, ahora se siente atraída por los chicos de su edad, en particular los que destacan en deportes.

En esta nueva etapa, Riley hará lo que sea por llamar la atención de sus amigas y los chicos guapos. Estará dispuesta a romper las reglas que tanto le inculcaron en su infancia y que siempre respetó. Todo por encontrar un lugar en su nueva realidad.

¿Te suena familiar algo de esto querido lector/lectora?

Debería ¡Claro que debería!

Lo que Riley esta viviendo tiene un nombre:

ADOLESCENCIA.

La película está muy entretenida, tiene efectos visuales llamativos, es apta para toda la familia, y despliega abundantes enseñanzas para adolescentes, jóvenes y adultos.

La recomiendo ampliamente y sugiero que si eres padre de un hijo o hija adolescente, te asegures de tomar nota y escribas (en tu celular o en un pedazo de papel) el nombre de las nuevas emociones que irán apareciendo en la película. Después, ya estando en casa, inviértele un poco de tu saldo y busca más información sobre lo que anotaste. La adolescencia es una etapa difícil donde parece que los hijos se escapan de las manos y no sabemos que hacer (*).

Es importante estar documentados.

Por lo demás, disfruta la película, está muy buena.

PS: Y si ya la viste y no tienes nada más que hacer, déjame un comentario sobre ella. ¿Te gustó o no? ¿Aprendiste algo?


(*) Cuando entramos en la pubertad se activa un complejo mecanismo en nuestros sistemas internos: el neuronal, el endocrino, entre otros. Se realiza un cambio en nuestra bioquímica cerebral el cual desemboca, entre otras cosas, en algo denominado Poda Neuronal. 

Cuando alcanzamos la pubertad nuestro cerebro ha creado y conectado más neuronas de las que necesitamos para la nueva etapa de la adolescencia y es necesario eliminarlas, podarlas. No hay problema, el sistema se encarga de ello de manera automática. 

Esta poda deja "indefensos" a los nuevos pubertos quienes de pronto y casi de un día para otro, no entienden lo que está pasando, se sienten confundidos, aparecen las emociones duras como la ansiedad, la desesperación, el desgano, el enfado, entre otras muchas. 

Por si esto no fuera suficiente, se dispara el crecimiento físico, se activan las glándulas sudoríparas y las glándulas sexuales hacen su aparición sintiendose las reinas del universo.

Y comienza el turbulento camino de la transformación de niño a adulto. 

 Así estamos diseñados. Así evolucionamos. Así salimos de la sabana africana hace 2.5 millones de años y nos abrimos paso a lo largo y ancho del tiempo y del espacio.

Pretender cambiar este proceso es absurdo. 

Mejor aprendámos el proceso, documentémonos, y como padres practiquen la paciencia (la necesitarán y mucha, pero al final, todo habrá valido la pena).


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