Selección Mexicana eliminada | Algunas propuestas de cambio.
Pues sí, una vez más la nunca
gloriosa selección mexicana ha venido a confirmar nuestra realidad futbolística
y por qué no, nuestra realidad nacional completa.
Es impactante el grado de
decepción que produce en el pueblo mexicano una eliminación como la ocurrida
del día de ayer, domingo 30 de junio del 2024. Gente llorando, jóvenes
destruyendo la camiseta que con tanto sacrificio compraron con el dinero que
reciben del programa Jóvenes construyendo el Futuro.
¿Cuál futuro?
¿El de una selección campeona?
¿El de una selección capaz de batir a los argentinos pedantes? ¿El de una
selección capaz de hacer temblar al mismísimo Cristiano Ronaldo? ¿O el de una
selección que sea el orgullo nacional y el tesoro más preciado de su cultura
contemporánea?
¿Tesoro?
No mames Cortés, ¿cuál tesoro? Le decían los reyes católicos a Hernán Cortés cuando leían sus cartas sobre los nuevos territorios conquistados.
¡No se vale tanta decepción
caray! De verdad, no se vale. El pueblo sufre. Tal vez no por los motivos
correctos, pero aun así sufre. Me explico:
Recientemente se publicó una
investigación realizada por un organismo chileno, muy prestigioso, que estudia
el desarrollo de las democracias en América Latina. El país estudiado este año
fue México y los resultados dan miedo. Solo al 30% de los mexicanos, según el
estudio, les interesa la democracia. Al resto (70%) no les importa o de plano
ni siquiera saben que es.
¿Y eso que tiene que ver con la
selección? ¿Eso que demonios tiene que ver con el sufrimiento del pueblo al ver
eliminada a su selección? Apégate al guion chingao.
De acuerdo, sigamos con la
selección.
Hace uno quince años tuve la
suerte, o mala suerte tal vez, de escuchar en la tele una entrevista que le
realizó el periodista Carlos Alazraki a los dirigentes del futbol mexicano de
ese entonces.
El motivo de la entrevista, para
no variar, era tratar de explicar el fracaso en el mundial de futbol de esa
época. Es decir, el tema de siempre. Es decir, el famoso y anhelado quinto
partido.
Los máximos dirigentes (cuyos
nombres omitiré porque ya ni al caso), ante la pregunta directa de Carlos, respondieron
que el objetivo de ellos y el de los dueños de los equipos, no era llegar al
quinto partido ni buscar una semifinal, y mucho menos aspirar a ser campeones.
No, no, nada de eso.
El objetivo era cien por ciento
económico. Solo económico.
Con el primer partido en el
mundial, los empresarios recuperan casi el 80% de lo que invirtieron (en la
selección, en los viajes, en las promociones, en todo pues). Con el segundo
partido, se recupera el 20% restante de la inversión y el resto ya son ganancias.
Y con el tercer partido, el cual está siempre asegurado, se obtienen todas las
ganancias previamente presupuestadas, se reparten el pastel, y todo mundo
feliz. Por todo mundo se referían a los que invirtieron.
—¿Y qué hay del quinto partido?
—Preguntó intrigado Alazraki.
—Bueno pues, si llega que bien,
pero si no llega no hay ningún problema porque el objetivo (económico) se
cumplió —respondieron tranquilamente.
Alazraki explotó y se dedicó a
criticarlos, cuestionarlos e incluso los llegó a insultar.
—¡No mamen cabrones! ¡Por eso
estamos como estamos! ¡Se pasan cuatro años engañando a la gente! Haciéndoles
creer que ahora sí, que ahora si llegaremos al quinto juego.
La historia se repite mundial
tras mundial, evento tras evento.
Gracias a Dios nuestros rivales tradicionales
vienen en su mayoría del caribe: Martinica, Trinidad y Tobago, Jamaica, Haití,
San Vicente, y más recientemente, un islote ubicado en las Bahamas que ya armó
un equipo y próximamente enfrentarán a la tricolor en un vibrante encuentro en
el coloso de Santa Úrsula (el Azteca pues).
Pero ya basta de lamentaciones.
Señores y Señoras.
¡Basta ya de quejarnos! ¡Basta ya
de criticar por criticar!
¡Necesitamos hacer algo! ¡Urgen
propuestas!
Si queremos llegar al quinto
partido y aspirar a una semifinal, o una final contra los argentinos,
necesitamos actuar ya.
Todo gran logro en la historia de
la humanidad ha surgido en las mentes de personas que decidieron romper los
paradigmas y hacer propuestas innovadoras.
El propósito de este artículo es
contribuir con mi granito de arena y darle a los directivos un par de ideas que
les pueden servir.
Pongo estas propuestas al
servicio de la Selección de Futbol. La decisión es suya.
Propuesta #1 | Traigan a los
Negros.
A principios de la década de los
noventa en el siglo pasado, la selección holandesa sorprendió al mundo al ganar
la Eurocopa con un equipo integrado por extraordinarios jugadores, los mejores
del momento. Dieron cátedra de futbol y doblegaron a todos sus rivales con una
facilidad impresionante.
El líder de esa selección: Ruud
Gullit, de raza negra.
Con el estaban otros, de raza
negra también, que dejaron atónito al mundo futbolero por su juego, su
resistencia, su capacidad pulmonar, y su técnica. Corrían como caballos durante
todo el juego, mareaban a sus rivales, y terminaban el partido sonriendo y
trotando alrededor del estadio mientras mandaban besos a la tribuna.
Para nadie es un misterio que la
raza negra es físicamente superior y esto se manifiesta en muchas de las
competiciones que vemos a nivel mundial cada año. En el deporte que quieras,
donde quieras, ahí encontrarás hombres y mujeres de raza negra dominando el
panorama.
Países como Francia, Alemania e
Inglaterra han integrado jugadores de color a sus selecciones y los resultados
están a la vista. De Brasil ya mejor ni hablamos. El mejor jugador de la
actualidad es francés y es de raza negra: Kylian Mbappé.
¿Qué demonios estamos esperando?
Durante la época de la colonia en
México, muchos negros llegaron al virreinato gracias al lamentable tráfico de
esclavos. Una triste y dolorosa realidad para miles, cientos de miles de
personas que fueron despojadas de su libertad y de toda su dignidad por parte
de hombres blancos sin escrúpulos, merecedores de las llamas más intensas del
infierno.
Esa actividad dejó una amplia
comunidad de origen africano, quienes al consumarse la independencia se
convirtieron en hombres y mujeres libres, protegidos por el estado. Se
mezclaron con el resto de la población y dejaron su hermosa impronta en amplios
sectores de la población.
En México se suele creer,
erróneamente, que somos el producto de un mestizaje entre españoles e indígenas
autóctonos únicamente. ¡Falso! Totalmente falso.
Nuestro ADN es un rico
caleidoscopio de razas en el cual el factor africano está presente en gran
magnitud. El elemento negro está en nuestra sangre y en nuestra cultura.
Negarlo es de ignorantes.
¿Y qué tenemos en nuestra
selección?
¡Puros güeritos perfumados!
Güeritos delicados y preocupados
por su futuro en Europa, y uno que otro moreno recién integrado.
¡Fuera! ¡Sáquenlos!
Necesitamos desarrollar jugadores
negros. México es multiétnico.
México es MORENO.
Hay que actuar.
¡Traigan a los negros!
Propuesta #2 | Traigan a los
Argentinos.
Conozco a mi pueblo y se que la
primera propuesta no le va a gustar a ciertos sectores de la población, muy
conservadores y fifís, que se creen mucho y desprecian la belleza de nuestra
herencia africana.
Por tal motivo, pongo a
consideración de la nunca gloriosa federación de futbol mexicana una segunda
propuesta. Esta es simple, sencilla y muy fácil de implementar.
Ubiquemos veinte jugadores
argentinos menores de veinte años y que aun estén viviendo en su país.
Ofrezcámosles un proyecto de vida que incluya salarios competitivos (al nivel
de Europa), que sigan viviendo en Argentina, o en donde quieran, que adquieran
la nacionalidad mexicana y que cada cuatro años nos representen en los mundiales.
Estoy hablando de jugadores
jóvenes del campo, que practiquen futbol llanero, y que ni siquiera tengan una
oportunidad de llegar a los grandes equipos. Aun así serían capaces de superar
a lo que hoy tenemos y llevarnos al quinto partido, y quizá con un poquito de
suerte, nos colemos a semifinales.
¡Traigan a los Argentinos!
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