Los BRICS+ | El nuevo bloque económico de Eurasia.
Sabemos que China es la segunda
potencia económica del mundo y que tiene todo lo necesario para convertirse en
la primera. Según los expertos, China está a un paso de reemplazar a los
Estados Unidos en la hegemonía global en materia económica, tecnológica y
militar.
Sabemos también que Rusia posee,
después de los Estados Unidos, el más grande armamento nuclear sobre la tierra,
además de poseer inmensas reservas de hidrocarburos y una economía en
crecimiento.
Ambos países son regidos por
dictaduras. No son democracias y no tienen la más mínima intención de serlo.
Sus líderes no le rinden cuentas
a nadie. Tienen una tradición autócrata que heredaron de los regímenes
marxistas/comunistas que los gobernaron durante buena parte del siglo XX.
Imaginemos que un buen día, o un
mal día según el enfoque, estas dos potencias decidieran unirse para acaparar el
liderazgo mundial del comercio. ¿Qué pasaría?
La pregunta es tan válida que ya
ocurrió.
China y Rusia han formalizado una
alianza comercial y política y no conformes con eso, invitaron a otros países a
unírseles.
La India, Brasil y Sudáfrica
forman parte de este nuevo bloque económico al que han denominado: Los BRICS.
Los BRICS (por las iniciales de
sus miembros fundadores Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) conforman hoy
en día un poderoso bloque que no deja de crecer. Recientemente se han integrado
otros países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.
Y a partir del 24 de octubre del
2024 se integraron los siguientes países como miembros asociados: Argelia,
Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia,
Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.
Juntos conforman un poco más del
30% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
La idea principal es que entre
ellos pueda surgir un nuevo comercio regional bajo sus propias reglas y sin
depender de la hegemonía monetaria de los Estados Unidos de Norteamérica. Una
de las iniciativas que ya está en marcha es la desdolarización del comercio
mundial.
Hoy en día la mayor parte de las transacciones
de compraventa en el mundo se realizan con dólares o bien con monedas que cotizan
en los mercados financieros con base en el dólar americano, incluyendo la moneda
China y la Rusa.
Es decir, por mucha rivalidad que
tengan siguen dependiendo del dólar estadounidense para sus transacciones económicas.
Una de sus metas es imponer una nueva moneda para el comercio entre sus
miembros: el renminbi chino (RMB), también conocido como yuan.
No se requiere mucho conocimiento
geopolítico para deducir que esta alianza va más allá de lo puramente
comercial. Implica alianzas políticas y militares, apoyo logístico,
transferencia de tecnología e información clasificada, entre otras cosas.
Frente al BRICS se encuentra el
actual grupo dominante: El G7.
Integrado por Canadá, Francia, Alemania,
Italia, Japón, Reino Unido y los Estados Unidos de Norteamérica. Son países con
economías fuertes, con inmenso poderío militar y gran presencia en el comercio
internacional. Todos son países democráticos y de economía abierta.
El fenómeno de la globalización
económica llegó a su nivel más alto hace algunos años, y a partir de la pandemia comenzó su declive en favor de un
nuevo fenómeno: la regionalización.
Dos grandes grupos económicos y
militares se perfilan cada vez más hacia un punto que parece más de ruptura que
de cooperación mutua.
Hasta la fecha en que se redacta
este artículo, México ha mantenido una postura de no integrarse a los BRICS. Su
historia y su geopolítica lo ubican como un aliado natural del todavía país
más poderoso del mundo: los Estados
Unidos de Norteamérica.
El país del norte necesita a su
aliado comercial hoy más que nunca ante los embates de
China en lo comercial y en lo tecnológico; y de Rusia e Irán en lo político y
militar.
Sin embargo, ante una potencial reelección
de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, y la renegociación del
TMEC programada para el 2026, nada se puede dar por descartado.
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