Reencarnación y Resurrección | ¿Cuál es la diferencia?
Con toda probabilidad la pregunta
más importante para un ser humano, sin importar raza, credo, sexo o edad, es la
siguiente:
¿Hay vida después de la muerte?
De esta se derivan otras
similares:
¿Existe el alma? ¿Es el alma
inmortal? ¿Qué pasa cuando morimos, a dónde vamos?
Estas preguntas no son nuevas.
Son tan antiguas como la
humanidad misma. El hombre de la prehistoria se las hizo… y se las respondió.
En la actualidad hay dos formas
de contestar esta pregunta. Cada una procede de antiguas tradiciones milenarias.
Para efectos de este artículo se
entiende por tradición al conjunto de creencias antiguas, compartidas por distintos
pueblos, y transmitidas de manera oral o escrita a través de los siglos.
Respuesta Materialista.
La primera es la respuesta materialista.
Es decir, la respuesta que propone el ateísmo y algunos científicos. Para
ellos no hay duda:
¡No hay vida después de la
muerte!
Cuando el cuerpo muere, la
conciencia, el alma o el espíritu, también se desvanece y no quedan más que
restos, huesos o cenizas de lo que alguna vez fue una persona.
Como es de imaginar, esta
respuesta también se extiende al plano existencial de la divinidad. Los ateos
afirman que No existe Dios. Vivimos en un mundo regido por leyes naturales de
orden material, las cuales sostienen un ciclo interminable de vida, muerte y
renacimiento que está ligado a los ciclos de la naturaleza misma.
No hay mucho más que decir sobre
esto. Para un ateo la vida misma surge de procesos aleatorios, sin ningún
propósito en particular, por lo tanto la vida no tiene sentido alguno y hay que
tratar de vivirla lo mejor que se pueda, en el entendido de que cuando llegue
el final dejaremos de existir para siempre.
Respuesta Teísta.
La respuesta teísta esta
enraizada en antiguas tradiciones y creencias que se remontan al hombre del
paleolítico, al hombre de la prehistoria.
Ante la pregunta explícita ¿Existe
vida después de la muerte?, responden con un SI rotundo, sin lugar a dudas.
Todos los que creemos en la vida
después de la muerte pertenecemos a esta antiquísima tradición. Creemos que
existe una divinidad etérea (espiritual) de la cual emanó toda la creación
(material e inmaterial), incluyendo al ser humano.
Bajo esta tradición se tiene la
convicción de que al morir, el alma o espíritu se desprende del cuerpo y realiza
un viaje al más allá…al cielo, al purgatorio o al infierno según sea el caso.
La pregunta es ¿Cómo lo hacemos? ¿El
alma se va y después de un tiempo regresa a un nuevo cuerpo? ¿O el alma se va a
purgar condenas y después espera su turno para estar ante la presencia del Dios
Altísimo?
Para responder a estas preguntas existen dos caminos: la
reencarnación y la resurrección.
La Reencarnación.
La reencarnación propone que el
alma es inmortal y que ha existido prácticamente desde el inicio de los tiempos.
Ciertas tradiciones más recientes sostienen que algunas almas son más antiguas
que otras.
Cuando una persona muere, el alma
abandona el cuerpo y regresa a su lugar de origen, un lugar de tipo no
material, espiritual o energético, donde reside por un tiempo mientras decide
cuando, donde y como regresar a la tierra en forma de un nuevo ser. Cuando esto
ocurre, el alma baja nuevamente y se introduce en el cuerpo de un bebé recién
nacido (aquí varían las versiones según la tradición) y no será capaz de
recordar nada de sus vidas pasadas.
El propósito de reencarnarse es
siempre el mismo: crecimiento espiritual a través de la experiencia corpórea en
el planeta tierra. El alma procede de otras zonas del cosmos.
Este tipo de creencias existen
desde épocas muy remotas. Tomaron forma con el hinduismo, el budismo, y otras
tradiciones religiosas procedentes del oriente y el oriente medio.
Posteriormente, durante los primeros siglos de la era cristiana, permearon la
filosofía griega a tal punto que desarrollaron un sofisticado sistema de
pensamiento al que se denominó Neoplatonismo.
Bajo el Neoplatonismo el mundo
occidental se suscribió a la creencia en la reencarnación mediante el uso de
elaborados razonamientos, y esto incluyó a la iglesia cristiana de los primeros
siglos.
Esta creencia es muy popular en
la actualidad.
Incluso en amplios sectores de la
población cristiana existe la convicción de que el alma es un viajero inmortal que
se ha encarnado en cuerpos humanos desde épocas antiguas. Existen incluso “especialistas”
en regresiones a vidas pasadas las cuales son, según ellos, la mejor terapia
para sanar heridas emocionales y de tipo espiritual.
La Resurrección.
La resurrección es un proceso
metafísico/ontológico a través del cual una persona muerta, llegado el momento
adecuado, revive y emerge con un cuerpo nuevo, incorruptible, y es capaz de
emprender el viaje a las altas esferas de la realidad espiritual donde se
encuentra con el Dios Altísimo, creador del cosmos y de la vida.
Es también una tradición muy
antigua. Se le encuentra en la antigua mitología egipcia por ejemplo.
En la actualidad está
representada por una sola tradición:
EL CRISTIANISMO.
En la teología cristiana, sea
católica, ortodoxa o protestante, se enseña y se defiende la Resurrección y se
rechaza la Reencarnación.
Hay varios motivos para ello, el
primero es el mismo Jesús de Nazareth y la narración que hacen los Evangelios
sobre su crucifixión y muerte. Veamos lo que nos dice el Evangelio de Mateo:
El ángel dijo a las mujeres.
—No tengan miedo, sé que ustedes
buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal
como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a
decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado de entre los muertos y va
delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán. Ahora ya lo saben”.
Mateo 28:5-7.
El pasaje nos habla de Jesús
resucitado en su totalidad, no solo en alma sino en alma y cuerpo. Solo así se
explica que fuera a Galilea y se presentara a sus discípulos. Estos lo vieron y muchos otros también.
¿Cómo es posible que un cuerpo ya
en estado de descomposición sea capaz de recuperar su biología y fisiología, revivir
sus células y todos sus sistemas internos?
La Teología Cristina lo explica con
la aparición del Cuerpo Glorificado.
El Cuerpo Glorificado es lo que
emerge después de resucitar, es un cuerpo incorruptible, hecho de materia y
alma pero en un estado incorruptible, que no se enferma, que no envejece, que
no se altera con el tiempo ni el espacio, y que es capaz de emprender el viaje a
la presencia de Dios.
Este era el cuerpo de Jesús de
Nazareth cuando resucitó. Este era el cuerpo que sus discípulos y seguidores
vieron con asombro…y este, querido lector, es el cuerpo con el que tu y yo, de acuerdo
a la tradición cristiana, resucitaremos y emprenderemos el viaje al cielo…o al
purgatorio.
¿Cómo se crea el cuerpo
glorificado? No lo sabemos, eso es un misterio. Es parte del plan de Dios,
revelado por su hijo Jesucristo.
Finalmente, la resurrección
ocurrirá al final de los tiempos y hasta que eso ocurra, los muertos reposan en
un lugar intermedio, en un lugar de espera. No hay retorno a nuevos cuerpos, no
hay reencarnación.
Esta es la respuesta de la Teología
Cristiana a la pregunta sobre la vida después de la muerte.
Conclusión.
Si eres cristiano / cristiana y has
leído este artículo, es probable que te hayas llevado una sorpresa con lo
explicado en líneas anteriores. Es entendible.
Por otro lado, es importante
mencionar que el Cristianismo Primitivo creía en la Reencarnación.
La Reencarnación fue dogma de fe
en la iglesia católica apostólica romana hasta el siglo VI. En el año 553 DC se
realizó el segundo concilio de Constantinopla. Fue convocado por el emperador
Justiniano para resolver dos herejías que estaban tomando fuerza en Siria y el
norte de África: el monofisismo y el nestorianismo.
El propósito principal de este
concilio fue condenar ambas herejías y como parte secundaria de la agenda, se sometieron
a revisión otras cuestiones y dogmas menores. Entre estos dogmas estaba el de
la Reencarnación, el cual se había implementado siglos atrás por Orígenes, uno
de los padres de la Iglesia Primitiva.
Fue a partir de este concilio
cuando se dejó de predicar la Reencarnación y se estableció el dogma de la
Resurrección el cual tenía un fuerte respaldo en los Evangelios Canónicos
(Mateo, Marcos, Lucas y Juan).
La esencia del problema con la
Reencarnación.
Para los obispos que se reunieron
en este segundo concilio en 553 DC, el problema de la Reencarnación era más que
obvio. Se puede enumerar en las siguientes reflexiones.
—Siendo el alma inmortal, a lo
largo del tiempo toma distintas formas corpóreas. Es decir, hoy puede estar
encarnada en Juan, el próximo siglo en Miriam, y el siguiente en Alejandro.
—Como consecuencia de lo
anterior, se pierde la Unidad del Ser.
—La Unidad del Ser consiste en:
Un Cuerpo y Un Espíritu (alma). De modo que es una sola y misma persona la que
se presenta ante Dios para responder por su vida terrenal.
El concilio rechazó la
reencarnación porque se perdía la unidad del ser y por cuestiones de orden terrenal:
—Si el individuo cree que su alma
es inmortal y que en la próxima vida renacerá en otro cuerpo, esto puede
influir negativamente en su compromiso ético y cívico con la comunidad en la
que le tocó vivir.
Como es de esperarse, algunos
críticos sostienen que este cambio en el dogma obedeció a intereses políticos del
emperador y sus seguidores.
La Reencarnación y la Ciencia.
El Apóstol Pablo enseño que como
cristianos no debemos tener miedo a la verdad, nunca, cualquiera que esta
sea. Si es la Verdad decía, entonces es de Dios. No importa que ponga en tela
de juicio algunas de tus creencias o convicciones.
En honor a la verdad, lo cierto es
que muchos científicos (si, científicos) se han dedicado a estudiar el fenómeno
de la Reencarnación y los resultados son impresionantes y cautivantes.
Querido lector (a): ¿Te gustaría
saber más sobre estos hallazgos?
Siiii por favor, continúa escribiendo sobre este tema y los hallazgos 👍🏻. NN
ResponderBorrarDe las pocas certezas que tenemos en la vida es justo, que un día ya no estaremos en ella. Y cierto que es un gran misterio lo que acontecerá después., así que considero importante seguir explorando el tema. Muy agradecida por este valioso artículo. 👌💖
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