Los empresarios del Edén.

 



“Esta mañana Dios tiene un mensaje para ti. Esta mañana Dios me ha pedido que te diga que aunque llevas toda una vida robándole, Él siempre te estará esperando con sus brazos abiertos. Porque por la gracia redentora del Espíritu Santo, Él está dispuesto a perdonar todas tus faltas esta mañana, aquí, frente al altar. ¿Y por qué dice Dios que llevas toda una vida robándole? Porque nunca diezmas hermano. ¿Sorprendido? Déjame decirte algo: el diezmo nunca fue tuyo ¡Jamás! El diezmo que tanto le has negado a Dios, es la razón de tus problemas emocionales, laborales, familiares, y financieros”.

“Quiero que cierres tus ojos esta mañana y ores conmigo: <<Padre, sé que he pecado contra ti robándote el único recurso que tu pides a cambio. Se que he pecado contra ti robándome el diezmo que por Ley te corresponde. Pero ya no quiero pecar más, esta mañana estoy dispuesto a redimir mi vida y entregarte no solo mi diezmo. Esta mañana te quiero entregar mi diezmo de todo el año en una sola exhibición y además, te daré una ofrenda económica sumamente generosa>>. Ahora pasa al frente, arrodíllate ante Dios y entrega tu diezmo y ofrenda”.

“¿Quieres que en tu vida ocurran cosas asombrosas, sobrenaturales, que superen todas tus expectativas de bienestar y alegría? Si tu respuesta es un SÍ salido desde lo más profundo de tu corazón, entonces levántate de tu asiento y pasa al frente. Demuéstrale a tu padre celestial cuanto lo amas y cuanto lo necesitas; pero sobre todo, demuéstrale lo mucho que crees en sus promesas. Porque Él dijo “traigan integro el diezmo” y si no creen en lo que vendrá después, recuerden sus palabras cuando dijo “pruébenme en esto y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde” Malaquías 3:10. Ahí está, hermanos y hermanas, el camino para su redención. Entrégale con fe tu diezmo y todas tus ofrendas, y verás los milagros que Él hará en tu vida”.

Los demonios andan sueltos y han asentado sus reales en la mayoría de las iglesias cristianas protestantes, principalmente las de corte neo pentecostal y carismáticas, aunque también se les puede encontrar en las presbiterianas, evangélicas, adventistas, y las llamadas no denominacionales.

¿Cómo identificarlos?

Al inicio de este documento se proporcionan tres ejemplos que reflejan cabalmente lo que vas a escuchar la primera vez que entres a uno de sus servicios religiosos.

Para los pastores de estas iglesias lo más importante es tú dinero y más aún, tu disposición para entregárselos en forma de diezmos, ofrendas, segundas ofrendas, servicios gratuitos, rifas, más ofrendas, más rifas, más servicios gratuitos, etcétera, etcétera. La creatividad para inventar nuevos métodos es asombrosa.

Algunos de estos pastores son tan cínicos que no tienen empacho en requerir tus servicios profesionales en modo gratuito. Es decir, esperan que les regales tu trabajo solo porque son siervos de Dios, lo sé porque me consta. Algunos se autonombran Apóstoles de Dios. No te dejes engañar, solo quieren tu dinero.

Como en todas las cosas humanas, siempre hay excepciones. También conozco pastores de iglesias cristianas sumamente honorables, decentes y entregados en cuerpo y alma a la predicación del Evangelio. Llevan las palabras de Jesucristo hasta lugares donde exponen su integridad, y lo hacen sin pedir y mucho menos exigir nada a cambio. Esos son verdaderos hombres de Dios, aunque lamentablemente son la excepción.

La mayoría de los que asisten a estos cultos anti cristianos son personas con mucha necesidad de redimir sus vidas y encontrar soluciones a sus problemas. Son hombres y mujeres que en verdad buscan a Cristo pero han sido seducidos por la parafernalia de estas iglesias, y permanecen como donadores estables y cautivos. Muchos renuncian a sus propios planes de progreso en espera del tan anhelado milagro.

Y que no se malentienda esto. Dios, el Dios de Jesucristo, es ciertamente un Dios de milagros, pero no como estos pastores pretenden hacernos creer.

 

El sustento teológico.

Ante todo lo anterior, surge una pregunta ¿cómo justifican ese enfoque tan materialista de la fe?

Siendo honestos, la gente cínica no necesita justificaciones ni sustentos ideológicos. Lo vemos todos los días con los políticos de nuestro país y con los del extranjero. El cinismo, la mentira y la indecencia son cualidades indispensables para ciertos tipos de trabajos. Si a eso se le agrega la avaricia, madre de todas las calamidades humanas, se obtiene el coctel perfecto para hacer lo que les dé la gana sin necesidad de justificarse.

Aún así, dentro del mundo cristiano existe una Teología que da sustento ideológico a los pastores empresarios del Edén. Su nombre es:

La Teología de la Prosperidad.

La teología de la prosperidad, conocida también como evangelio de la prosperidad, es una interpretación errónea de la biblia que sostiene que el progreso y bienestar financiero es el mejor indicador del amor de Dios hacia el hombre.

Si Dios te ama entonces debes ser próspero en tus finanzas; si no lo eres entonces no estás siendo bendecido por Dios. Ante esta situación, dice esta teología, las personas tienen la facultad de estimular (forzar) la bendición mediante la práctica continua del diezmo y las ofrendas de todo tipo.

Algunos pastores insisten en que justo en el momento en que la ofrenda monetaria cae en la canasta, se abren lluvias de abundancia para el creyente. Lamentablemente mucha gente lo cree.

Toda teología debe tener sustento en los pasajes bíblicos.

Para la teología de la prosperidad existe un versículo que suele ser el más recurrido por los pastores cuando tienen que justificar su constante solicitud de dinero. Está en el Antiguo Testamento: Malaquías 3:10, el cual se expuso al inicio de este artículo.

Esto no es suficiente para crear una Teología, al menos no una buena.

Las Teologías surgen a partir del escrutinio y meditación profunda de los pasajes bíblicos. A través de estos procesos reflexivos se logra identificar ideas, creencias y pensamientos sobre temas tales como: la vida, Dios, el hombre, la relación entre Dios y el hombre, la salvación, el reino de los cielos, la fe, la predestinación, la ética, el amor al prójimo, entre otras.

La teología de la prosperidad tenía una base positiva en sus inicios. Partía del razonamiento de que era imposible llevar el Evangelio de Jesucristo a personas que no tenían ni siquiera para comer. Era injusto y patético hablarle a la gente sobre Dios cuando tenían el estomago vacío. Esto suscitó la aparición de movimientos de justicia social cristiana que se aplicaron para combatir la pobreza. Así creció el movimiento de la prosperidad.

Desafortunadamente, como suele pasar, aparecieron los oportunistas y el resto es historia. La avaricia es lo único que mueve a muchos de estos pastores cristianos. Ven a la iglesia como un negocio, como una empresa, como un fondo de inversión que genera liquidez (efectivo) de manera constante y sonante.

La misma avaricia les impide ver y actuar con claridad. He presenciado la caída de buenos proyectos por la avaricia desmedida. Un pastor de la prosperidad no soporta ver que a otros les vaya mejor económicamente que a él, lo considera un desplante del mismo Dios; y hará lo necesario para “equilibrar” la situación.

En la actualidad la teología de la prosperidad está sumamente arraigada en las iglesias cristianas, en las personas que se congregan, y en los pastores y pastoras que aprovechan la oportunidad que el mismísimo Dios les ofrece, según ellos, para convertirse en:

Los empresarios del Edén.

 

PD: A partir de esta lectura, lo que decidas hacer es una decisión totalmente tuya querido lector. Si ya te congregas, o piensas hacerlo, en alguna de estas iglesias es tu prerrogativa. La advertencia ya fue entregada.

 


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