Tecuichpo | Crónica de una sobreviviente
La noche del 30 de junio de 1520,
Hernán Cortés y sus huestes integradas por soldados españoles y tlaxcaltecas,
intentaron salir sigilosamente de Tenochtitlan bajo una noche fría y lluviosa.
El plan era huir por la calzada de Tacuba, una de las principales vías que
conectaban a la isla con tierra firme. Los españoles iban cargados de oro y
otros tesoros que habían acumulado en la ciudad durante una estancia previa de
siete meses.
Habían avanzado casi la mitad del
camino cuando fueron emboscados por la milicia mexica y aquello se convirtió en
un pandemónium. Un fuerte contingente de soldados invasores cayeron muertos bajo
una lluvia de flechas. Sus cuerpos descendieron al fondo de la laguna para no
regresar jamás.
Resguardada en la ciudad por las
tropas de su esposo Cuauhtémoc, Tecuichpo Ixcaxochitzin observaba la escena
aterrorizada. Siendo una de las hijas del difunto Huey Tlatoani Moctezuma II
Xocoyotzin, había sido entregada en matrimonio a temprana edad para garantizar
su seguridad y la perpetuidad del linaje.
Vanos fueron los esfuerzos por
defender la gran ciudad. Al año siguiente, en 1521, los conquistadores españoles
y una coalición indígena aliada, liderada por los tlaxcaltecas, regresaron y
asediaron Tenochtitlan hasta apoderarse de ella. La gran ciudad, capital del
imperio mexica, fue conquistada y destruida, el Tlatoani Cuauhtémoc fue hecho
prisionero, y Tecuichpo quedó atrapada por los nuevos dueños del altiplano.
Al ser descendiente directa de
Moctezuma, su valor político era de primer orden. Quien tuviera a Tecuichpo de
su lado se aseguraba un lugar relevante en las nuevas estructuras del poder.
Finalmente fue tomada bajo custodia por Hernán Cortés. Fue bautizada en el
ritual católico-hispano con el nombre de Isabel Moctezuma y se convirtió, con
el paso de los años, en una de las mujeres más importantes e influyentes del
nuevo régimen: el Virreinato de la Nueva España.
Isabel Moctezuma se casó en tres
ocasiones después de haber sido bautizada. Su primer esposo fue Alonso de Grado
quien falleció al poco tiempo. Después fue entregada en matrimonio a Pedro
Gallego de Andrade, quien también falleció poco tiempo después de la ceremonia
religiosa. Su tercer y último esposo fue Juan Cano. Con este procreo cinco
hijos y tuvo además una hija con Hernán Cortés a la que bautizaron como Leonor
Cortés y Moctezuma.
Isabel fue una mujer muy
respetada entre la población indígena. La reconocían como la heredera del
último gran rey del imperio mexica. Luchó siempre a favor de su pueblo
derrotado, y buscó su bienestar en la medida que las nuevas circunstancias se lo
permitieron. La corona española reconoció su linaje y le otorgó privilegios.
Llegó a poseer vastas propiedades, extensas tierras y numerosos vasallos
indígenas.
Isabel Moctezuma, Tecuichpo, fue
una de las primeras mujeres indígenas que procrearon hijos mestizos en la Nueva
España. Estos se integraron a la nobleza novohispana y del Reino de Castilla. Ocuparon
un lugar prominente durante el periodo colonial, y en la actualidad sus
descendientes viven en ambos lados del océano atlántico (España y México).
Tecuichpo vio morir a su padre
apedreado por su propio pueblo, según la versión de los conquistadores. Sufrió
el asedio de su ciudad, Tenochtitlan. Asimiló la captura de su primer esposo
Cuauhtémoc y su posterior ajusticiamiento. Soportó con estoicismo la
destrucción de su ciudad para dar paso a una nueva metrópoli (México-Tenochtitlan).
Atestiguó la destrucción progresiva de su cultura, su religión y sus
costumbres. Y aprendió a reinventarse y adaptarse a su nueva realidad, integrándose
a la cultura novohispana y llevando siempre en alto su dignidad de mujer
indígena derrotada pero jamás dominada.
El Gobierno de la República decidió
nombrar al año 2025 como el “Año de la Mujer Indígena en México”.
Para ello recurrió a cuatro personajes femeninos de la época prehispánica. Uno
de esos personajes es la protagonista de esta crónica: Tecuichpo Ixcaxochitzin
– Isabel Moctezuma.
En la mañanera del pueblo, encabezada
por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se le reconoció como un “ejemplo
de las muchas formas en que las mujeres enfrentaron el proceso de conquista:
sobrevivió a la guerra, vivió bajo la tutela de los conquistadores españoles y
se convirtió en una mujer de gran prestigio”.
Referencias:
Mañanera del Pueblo: https://youtu.be/OAwzGfzU3wE?si=54qfbKA9pFmlh-13
Mañanera del Pueblo: https://www.youtube.com/live/OMKYBsUwnkE?si=7CzqxGNEfePxsqqM
Díaz del Castillo, Bernal. Historia
Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Editorial Porrúa. Colección
“Sepan Cuantos”.

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