John Lennon: El Eco Infinito de un Sueño

 


La noche del 8 de diciembre de 1980, el mundo de la música y el espectáculo se paralizó con una noticia terrible: John Lennon había sido baleado en la ciudad de Nueva York, frente al edificio donde vivía, y los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Esa noche John inició el camino final, el del no retorno… y se convirtió en leyenda.

El hombre que abogó siempre por la paz, que rechazó todo tipo de violencia, y que en medio de un ambiente enrarecido por la guerra fría y el conflicto en Vietnam, el asesinato de Martin Luther King, y las represiones violentas a los movimientos estudiantiles, tuvo la osadía y el valor de cantarle al mundo: “mejor hagamos el amor y no la guerra”. Ese mismo hombre, paradójicamente, murió a manos de un enfermo desquiciado que anheló siempre, según se supo después, apropiarse de la personalidad del musico inglés.

La fama mundial lo sorprendió a él y a sus amigos, los Beatles, siendo muy joven. Tenía apenas 22 años cuando la canción “Please Please Me” los catapultó al estrellato en marzo de 1963. Nada volvería a ser igual para aquel joven rebelde cuya infancia estuvo marcada por el abandono de sus padres y el cuidado de su tía Mimí. Con la fama llegaron los viajes, los discos, los contratos millonarios…y la enorme presión de ser el líder de la banda más famosa de su tiempo. Siempre bajo el escrutinio de críticos y fanáticos, no dudó en expresar sus sentimientos con una nueva canción: “Help”

En “Help”, lanzada en 1965, John le cuenta al mundo que se siente agobiado y angustiado con su nueva realidad. Ha dejado atrás una vida normal para experimentar una llena de reflectores y dinero, de fiestas y excesos, de falsos amigos y vanidades insufribles…una vida alejada de la tranquilidad que disfrutaba en su natal Liverpool.

“Cuando era mucho más joven”, dice la canción, “la vida era muy sencilla, no necesitaba de nadie para vivirla en paz. Pero ahora, con esta nueva realidad, esos tiempos se han ido. Estoy confundido, me siento deprimido, ayúdame a poner mis pies nuevamente sobre la tierra”.

Para 1967 su narrativa había madurado. Sin titubear lanzó junto con sus compañeros el sencillo titulado “All you need is love”. Fue interpretada en vivo en junio del mismo año, con transmisión satelital, y se estima que la vieron más de 400 millones de personas en 30 países. Toda una proeza en telecomunicaciones. Y así, Lennon le dijo al mundo que no había imposibles, ni nada que no se pudiera hacer; todo lo que se necesitaba… era amor.

Siendo el gran líder que era, se esperaba mucho de él en los ámbitos revolucionarios. Eran los tiempos de la lucha marxista contra el imperialismo yanki mundial. Fiel a su estilo, se tomó en serio ese papel y compuso “Revolution” en 1968. Esta canción se convirtió en el himno de lucha contra la opresión. Lo que mucha gente no comprendió, en especial en el mundo hispanoamericano, es que esa canción expresaba un pensamiento profundamente pacifista e introspectivo… “¿Quieres una revolución? ¿Quieres cambiar el mundo? ¿Crees que lo puedes lograr con odio y destrucción? Mejor empieza contigo mismo, libera tu mente, libérate de los que te manipulan. Ahí tienes la verdadera revolución”… ¿Quieres un mundo mejor? Empieza por ti mismo.

Como era de esperarse, nadie le hizo caso. El mundo siguió convulsionándose y para julio de 1969 lanzó un nuevo sencillo titulado: “Give peace a chance”. Con un ritmo ligero y muy pegajoso, John volvió a alzar la voz. Esta vez para decirle a los poderosos que urgía darle una oportunidad más a la paz…”todo mundo habla y habla, opinan, critican, reclaman la revolución, fustigan y flagelan, hablan de integración, de las Naciones Unidas, bla, bla, bla. Todo lo que pedimos es: denle una oportunidad a la paz”…

Bello mensaje, pero una vez más fue ignorado por los poderosos.

Los Beatles decidieron separarse en 1970 y al año siguiente John Lennon volvió a sorprender al mundo de la música con un sencillo que se convertiría en el estandarte de todas las personas que sueñan y luchan día con día por un mundo mejor. El título: “Imagine”. Con un ritmo semi lento, acompañada de acordes de piano y cantada en un tono suave, casi susurrante, John nos invita a imaginar un mundo sin fronteras, sin cielo y sin infierno, sin hambre y sin codicia, sin fronteras ni violencia; un mundo donde la gente solo quiera vivir la vida en paz. ¿Es eso posible? John estaba convencido que sí. El primer paso consistía en imaginarlo, por eso el título de la canción.

Millones de personas le respondieron con un eco de gratitud y anhelo. Imagine se convirtió en himno de manifestaciones, refugio de soñadores y baluarte de quienes aún esperan un mundo más justo y amoroso.

A 45 años de su muerte, su legado sigue vivo; el mundo sigue imaginando con él, sin fronteras. Su figura trasciende la nostalgia. Su vida y su muerte nos recuerdan la fragilidad de los sueños, pero también su poder de trascender y germinar en las nuevas generaciones. Porque mientras sigamos imaginando un mundo mejor, siempre habrá esperanza.

Y este es el mensaje que quiero dejarte querido lector/lectora. Que este nuevo año sea para ti uno lleno de fe y esperanza; la esperanza en que las cosas irán mejor. El mundo bueno y justo yace en el corazón de todas las personas; solo hay que dejarlo salir, y para ello, podemos usar el inmenso poder de nuestra imaginación…tal como lo enseñó John Lennon.




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