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Mostrando las entradas de julio, 2025

Memorias de un Gato.

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  “Lo tengo tan presente en mis memorias que aun puedo verlos cuando cierro mis ojos. Ocurrió hace tantos años pero cada vez que pienso en ellos puedo sentir la ráfaga de adrenalina recorriendo mis venas como si estuviera pasando en tiempo presente. Todo pasó muy rápido. El primero en llegar fue el de uniforme blanco. Era muy alto, corpulento y atlético, de piel blanca y pelo rubio. Tenía los ojos azules y el dorso completamente cubierto de pelos. Había una actitud muy altanera en él. Miraba a todos hacia abajo, como creyéndose el rey del mundo. Le hice una reverencia cuando pasó frente a mí pero ni siquiera se digno mirarme. Al poco rato llegó el otro, el de uniforme negro. Era muy delgado, eso lo recuerdo bien. De piel morena y ojos rasgados. Sin duda era asiático. De pelo negro y mirada siniestra. Había algo en él que imponía respeto. Caminó también frente a mí pero no se percató de mi presencia. Se le veía muy concentrado. En ese momento el lugar se impregnó de un denso o...

La señora metiche.

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  —Te lo voy a repetir por última vez. ¡No hay dinero! —Si, ya se. Pero para Brayan, ahí ni rezongas ¿verdad? —¡Cállate pendeja! No me hagas encabronar. —Si, que fácil ¿no? Me hago la enojada y que se friegue. —¡Que te calles te digo! Mejor ponte a estudiar para los exámenes. Ah, y lava tus pinches calzones. Ya estuvo bueno. Semejante viejota ya de dieciocho y todavía le tengo que lavar la ropa interior ¡Apenas se puede creer chingao! —Si má, ya no le laves su ropa, ¡mira como te rezonga! —intervino el hermano menor. —¡Tu cállate enano! Ni le busques porque te meto un putazo. Doña Petra intentó serenarse mientras manejaba su Montecarlo modelo 1997. Ya iba retrasada para dejar a sus dos hijos en la escuela. Brigitte, su hija mayor, últimamente andaba muy rebelde y exigente. Próxima a graduarse de la preparatoria, quería hacer un viaje de fin de cursos con sus compañeros a la ciudad de Monterrey, Nuevo León. El pretexto era un concierto de Natanael Cano; en el fondo ell...

Amores Perros.

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  El presidente Emmanuel Macron se ajusta el nudo de su corbata por última vez. Sonríe para sus adentros convencido de que, en este momento, no hay hombre más importante en el mundo que él. Está en la cúspide de su carrera; ha luchado en la arena política y ha escalado los peldaños más difíciles para alcanzar la presidencia de su país. Es lunes 26 de mayo del 2025, y está a punto de descender de su avión para iniciar una visita de estado en la República Socialista de Vietnam. ¡Viva la Francia! —grita para sus adentros— ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Fraternidad! ¡Viva la Igualdad! Esas proclamas se las aprendió desde niño cuando estudiaba en el colegio jesuita de La Providence, en su natal Amiens al norte de Francia. Se siente pleno, se siente feliz. ¡Cómo no estarlo! Es el portavoz de la poderosa Unión Europea, y no hace mucho logró su reelección derrotando en las urnas a la derecha radical. Mientras levita en el aire con su discurso mental, dos cosas ocurren sin que él se d...