Memorias de un Gato.

“Lo tengo tan presente en mis memorias que aun puedo verlos cuando cierro mis ojos. Ocurrió hace tantos años pero cada vez que pienso en ellos puedo sentir la ráfaga de adrenalina recorriendo mis venas como si estuviera pasando en tiempo presente. Todo pasó muy rápido. El primero en llegar fue el de uniforme blanco. Era muy alto, corpulento y atlético, de piel blanca y pelo rubio. Tenía los ojos azules y el dorso completamente cubierto de pelos. Había una actitud muy altanera en él. Miraba a todos hacia abajo, como creyéndose el rey del mundo. Le hice una reverencia cuando pasó frente a mí pero ni siquiera se digno mirarme. Al poco rato llegó el otro, el de uniforme negro. Era muy delgado, eso lo recuerdo bien. De piel morena y ojos rasgados. Sin duda era asiático. De pelo negro y mirada siniestra. Había algo en él que imponía respeto. Caminó también frente a mí pero no se percató de mi presencia. Se le veía muy concentrado. En ese momento el lugar se impregnó de un denso o...