Alejandra | Una historia familiar.

Poza Rica, Veracruz. 18 de Agosto de 1966. —La explosión ocurrió más o menos como a la una y media de la tarde, justo hace 4 días, el 14 de agosto. Oscar y yo estábamos comiendo en esta misma fonda. Primero se sintió un temblor leve, después arreció tanto que los autos comenzaron a chocar entre sí… y luego vino la tragedia. La gente corría enloquecida, muchos gritaban que era el fin del mundo. ¡Ya comenzó la tercera guerra nuclear! Ahora si manito, hasta aquí llegamos, es el fin, fue un honor ser tu amigo. Ya vienen los misiles rusos. Yo nunca me trague el cuento de que Kruschev los había sacado todos de Cuba. Méndigos desgraciados. El miedo se apoderó de mí y solo pude pensar en mi jefecita mientras corría junto al resto de la gente; sin rumbo, nomás corría y corría. Di dos vueltas seguidas desde aquí hasta el edificio de la sección 30. De verdad se los digo, todavía me duele el cuerpo de tanto correr, y ya van cuatro noches que no duermo. A este paso me voy a morir de todos ...