Un caso insólito de Alta Gerencia durante la guerra de Independencia en México.
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNvzOR-ZLKQFPL5NKzwnAv9BtnbPVudQgWxGWxwJJwVSVhDYVoxEcIy5xZKKYgmytrmouLFGpk_yb-sXMdz311bmyt-ypCjJPcEibT9um4A9P40BU9xvMt044q1hskghB9wUBG9zE2Jhyl0U5MUFyiVy-Lccn0834iMKxWWYZIQT_1fYgGHTr6gJdD/w640-h360/Alta%20Gerencia%20Ins%C3%B3lito.jpg)
Liderazgo situacional. Hace algunos años, una gran amiga, docente de preparatoria y universidad, me contó que le habían ofrecido la cátedra de historia de México en una escuela privada. Ella, siendo ingeniero de profesión y con formación académica en pedagogía, me explicaba las razones por las que había rechazado la oferta: “me choca leer Oscar, y tú lo sabes”. En efecto, lo sabia yo muy bien. Tiempo atrás habíamos sido pareja y la llegue a conocer bien. Nos llegamos a conocer tan bien que de inmediato agrego: “si, ya sé lo que me vas a decir: estudiar historia es fácil”. A lo que yo repliqué con fingida seriedad: “¡no!, estudiar historia no es fácil…pero si FASCINANTE”. La historia de México no deja de sorprenderme. Cada vez que me sumerjo en algún periodo, bajo la guía de alguno de nuestros grandes historiadores mexicanos (hombres y mujeres), me quedo boquiabierto ante la riqueza histórica, tanto de esencia como de forma. Y es que la mejor manera de acercarse al pasado es con la gu