Dos gatos rebeldes.
Puro cotorreo. —No sabes como me caga cuando escucho a mi papá humano decir si compadre, en un rato te mando el encargo con mi gato . —Que hijo de puta. —¿Cómo o en qué momento se les ocurrió llamarles así a los ayudantes? Yo nunca he participado en los quehaceres de la casa. Nunca, y a mucha honra lo digo. —Igual yo. —Ah pero que no se trate de Jack porque entonces sí, se desviven por él. —¿Todavía no se muere el cabrón? —Ahí anda todavía. Lambiscón como el solo. —Al menos ya no ladra tanto por las noches. ¿te acuerdas cuando llegó hace cinco años siendo apenas un cachorro? —¡Como olvidarlo! Lo acostaban junto a mi dizque para que no se sintiera solo el pobrecito. —Jajajajajaja te tocaba cuidarlo. —Lo bueno es que creció rápido y prontito me lo mandaron a dormir afuera jajajajajaja. A chingar a su madre jajajajaja. —Oye, ¿y si es muy lambiscón el Jack? —Lambiscón y huelepedos. Nomás escucha el sonido de la puerta de la cochera, y comienza a mover la cola y a bailar. Si supiera lo ridí